lunes, 4 de diciembre de 2017

Reflexiones finales acerca del proyecto


"Según la acepción más común, errar consiste en ir de un lado otro y dejar que sea el azar quien guíe nuestros pasos. Pero errar también significa arriesgarse a cometer errores. Errar es la forma en que vagabundea la serendipia (...) consiste en estar dispuesto a acoger los accidentes como tantos otros pequeños milagros profanos, como verdaderas epifanías fotográficas."
Clement Chèroux, Breve historia del error fotográfico


Las fotografías que realicé durante este semestre comenzaron como un interés a experimentar la técnica de la doble exposición y sus posibilidades expresivas. Este interés nació en mí desde el primer semestre en la clase de Fotografía, con ejemplos como el de Hajek-Halke o las fotografías que Andrea Di Castro tomó en conjunto con Sarah Minter.



Mi objetivo con este proyecto fue disparar  ocho películas fotográficas, dos veces cada una,  en distintas partes de la ciudad para poder observar de qué manera las imágenes de diferentes realidades se mezclan para ponerse en perspectiva, creando en ocasiones contrastes y paradojas.

Un factor importante de esta exploración es buscar sin saber que se va a encontrar, sin saber que está plasmado en la otra vuelta de la película, muy dentro de la cámara, componiendo a partir de elementos que se hacen conscientes y que generan conexiones mentales a raíz de transitar. Por ejemplo aquel rollo en donde tomé de un lado (por llamarlo así) los símbolos patrios que me encontraba por las calles el 16 de septiembre, y del otro la marcha memorial de los tres años de Ayotzinapa.



Este ejercicio está lleno de elementos que tienen que ver con el azar y lo fortuito, desde lo aleatorio del recorrido al caminar y los sujetos que aparecieron frente a mi (o yo frente a ellos) y a los que disparé, aunado al elemento de la técnica en donde nunca se sabe que se tomó o que se tomará ni de qué manera quedará mezclado con este sujeto en el otro ciclo del rollo fotográfico. 

A raíz de la experimentación encontré que estas obras dan cuenta del estado de las cosas de manera actual, mismo que tiene ver con la redimensión de lo cotidiano mediante el recurso de empalme que da la múltiple exposición, y la posibilidad de tejer una red a partir de distintas capas de sucesos que podrían pasar al mismo tiempo en distintas dimensiones de esta gran ciudad, las cuales coinciden sólo cuando se las pone en perspectiva mediante el juego que la doble exposición ofrece al ojo. 

Un elemento que disfruto profundamente de estas fotografías es que se debaten entre la carencia de sentido y el sentido total, lo cual forma parte de la exploración con el error y los hallazgos serendípicos.

Me parece que varias de las obras resultantes tienen que ver con lo político, al empalmar distintas visiones, y con la corresponsabilidad de observar lo que está sucediendo actualmente mediante una exploración sensorial ética.


Encuentro un relación directa de mis obras con el uso de la múltiple exposición como forma expresiva que aparece en el lenguaje cinematográfico, y que supone un medio par expresar el recuerdo, lo inconsciente y la inconstancia de nuestra memoria frente a este continuo llamado vida.


Algo que me resulta importante concientizar son todas las cosas y procedimientos técnicos que aprendí al realizar este proyecto, que nació como una inquietud estética, y se fue enriqueciendo con conocimientos como el de procesar película a blanco y negro, y a color, el escaneo y la preservación de los negativos con sus debidos cuidados, el conocimiento de los formatos y tamaños de la imagen así como las distintas modalidades con los que los aparatos tecnológicos interpretan el color, hasta la manera de registrar, e imprimir obras que por su proceso experimental y alternativo no tienen soluciones previamente establecidas, y en las cuales la imaginación y la creatividad son sumamente importantes.



Las fotografías finales se pueden ver en mi página de flickr, que es esta:

https://www.flickr.com/photos/melissagrassie


 Son alrededor de 30, y sus tamaños varían desde un formato estándar propio de 36mm hasta fotografías panorámicas muy largas, que lucen casi como murales.