lunes, 29 de febrero de 2016

Art + Science Now

Estuve leyendo algunas partes del libro, aún quiero seguir revisándolo, me pareció excelente. Había muchas obras y técnicas de las que no tenía ni idea y que me parecen súmamente interesantes. Muchos artistas en la actualidad están usando las posibilidades que les dan los nuevos medios y las interfaces creadas entre la ciencia y la tecnología desarrolladas en casos muy específicos para lograr piezas que critiquen incluso el mismo proceso que se está llevando acabo para realizar la obra, resultando así como una metáfora entre los usos reales y actuales de la tecnología para "mejorar la vida" y sus efectos reales sobre los seres vivos y el medio ambiente. Estas prácticas llevan a una amplia discusión acerca de la moralidad con la que se ciertas técnicas son utilizadas a discreción para modificar las características naturales de un ser vivo, por ejemplo la alteración en la información del ADN para generar órganos a partir de otros animales o las consecuencias de los transgénicos no sólo en la vida de los humanos, sino en todos los seres vivos del planeta. El conejo transgénico fluorescente de Eduardo Kac es una muestra de todo lo que se puede hacer modificando sólo algunas características en los genes de un conejo, añadiéndole genes de medusa para que éste brillara en color verde neón. Este conejo tuvo muchos comentarios controvertidos. Me parece que la importancia de obras como ésta es, como decía arriba, abrir al diálogo y traspolar esa realidad a lo que está sucediendo realmente, y que muchas veces resulta ser igual de absurdo o conveniente sólo para algunos. Hubo muchas obras en el libro que me habían resultado muy parecidas en esencia a algunos experimentos que había visto previamente en documentales, pero traspolándolos a un contexto diferente y con un argumento que da solidez a la obra y nos hace observarla no sólo como experimentos sino que nos genera muchas más conexiones instantáeas y a veces intuitivas con las cosas que conocemos. Me agrada mucho que ahora se vean estos híbridos de técnicas como formas expresivas de arte, ya que crean reacciones intelectivas, en muchas ocasiones mucho más precisas de lo que se podrían realizar con otros tipos de arte que no se valiera de las nuevas tecnologías y la ciencia para desarrollarse. Un ejemplo de esto es la obra Pheromone link TM de Clara Ursitti en 2001. Esta obra trata de una agencia de citas en donde las personas escogen con quien desean salir por medio del olfato. Las personas huelen playeras que los otros se han puesto previamente y en base al olor que le resulte más placentero escogen con quien salir. Este es un comentario a que existen lenguajes que van mucho más allá del lenguaje hablado con lo que los humanos y en esencia todos los seres vivos nos comunicamos de una manera instintiva, y son súmamente precisos. Alguna vez cuando era niña vi un documental de la BBC acerca del olfato (no recuerdo el año). En este documental, el conductor olía una serie de camisetas que habían usado diferentes mujeres por una semana mientras dormían. La playera que le resultó más placentera, fue estudiada y comparada con el código genético del conductor. Resultó ser que de todas las mujeres que habían participado en la prueba, la playera que escogió el conductor fue aquella de la mujer que tenía un CMH (el factor inmunológico de defensa contra los patógenos) más diferente al de él. Esto se traduce en nuestra capacidad de saber con el olfato, qué humano es más conveninete para ser nuestra pareja en un sentido de supervivencia de la especie, ya que al tener ambos distintos CMH, los hijos producto de esa pareja tendrán unas defensas más poderosas que las de sus padres. Esta cualidad es súmamente compleja, y me hace pensar en que ninguna máquina podría compararse con la asertividad natural de los organismos vivos en este rubro. Sin embargo, hay muchos en los que las máquinas pueden llegar mucho más allá que un humano. Creo que el arte reside en la sensación que se crea en el espectador al estar en contacto con la obra, más allá de si es una técnica propia de alguna disciplina artística con tradición o no. Quién sabe, talvez algún día alguien sepa exactamente en que contienen químicamente las experiencias estéticas y podamos reproducirlas con algunas dosis de serotonina y otras hormonas en una simple pastilla. Eso sería una buena obra de Arte.

martes, 23 de febrero de 2016

Neuromante

Esta novela me parece muy especial. El estilo con el que escribe Gibson, me remite en partes a los escritos de William Burroughs hablando de drogas y caos mezclados con un dejo cómico y fatalista. Me parece muy interesante este libro por la manera arbitraria en que el autor le da importancia a la descripción de ciertos elementos y por el contrario, otros los deja sólo esbozados. Este acto da la sensación de que Gibson realmente estaba viviendo en el tiempo que cuenta su historia, de ahí que no le diera mucha importancia a la descripción de lugares, nombres, ni historias de los personajes que acontecían alrededor de su personaje principal, ya que en teoría, al estar viviendo en esa época daría por hecho que son bien conocidas por todos. En cambio, le da mucho enfásis a la descripción de pequeños elementos y detalles que aparecen en la vida cotidiana de los personajes. Al describirlos, incluso les da un tono poético. Encontré que en varias ocasiones el autor ponía especial atención en describir el color de las cosas y de las sensaciones que tenía. Nunca había leído un libro donde se hablara de una mezcla entre sensaciones y colores parecida a la sinestesia pero de manera más sutil. Me pareció fascinante. Me sorpendió también que mientras iba leyendo esta obra encontré muchísimos artefactos y procesos tecnólógicos descritos que actualmente son ampliamente usados. También aparecieron algunos que aún no son tangibles pero están en vías de desarrollo (más de 30 años después).Uno de los ejemplos más notables es el internet, el término Matríz y la existencia del ciberespacio como un lugar donde cualquiera puede entrar y que resulta una “alucinación consensual experimentada diariamente por billones de legítimos operadores, en todas las naciones (...) Una representación gráfica de la información abstraída de los bancos de todos los ordenadores del sistema humano. Una complejidad inimaginable.” Otros ejemplos de esto son la reprogramación del código genético para sanar enfermedades y rejuvenecerse, la introducción de elementos ajenos al cuerpo para obtener cualidades mejores y más específicas, como los implantes en los globos oculares y las cuchillas retráctiles en las manos de Molly. Cyberpunk en su máxima expresión. Gibson predijo bien.

lunes, 22 de febrero de 2016

Diferencia entre música y arte sonoro

El sonido, por si solo, tiene la capacidad de crear atmosferas que rodean al espectador, haciéndolo transportarse por un momento a un lugar o situacion totalmente distinto a donde se encuentra realmemnte. La música también tiene esta característica,ya que está compuesta de sonido (y silencio), pero ésta se basa mucho más en el uso de métrica y reglas de composición para que el sonido resultante sea armonioso. El arte sonoro no funciona necesariamente así. Ésta forma expresiva no es música, y no habría porqué comparar ambas, ya que a mi parecer, la base de estas dos disciplinas tiene reglas y métodos muy diferentes para producirse, y cada una tiene distintas finalidades expresivas. Una ventaja de no tener límites claros sobre donde comienza y termina el arte sonoro, es que de esta manera, no hay clichés sobre como debe hacerse ni se reduce a un número limitado de artistas o a una determinada época, como el pop art por ejemplo, como señala Manuel Rocha. Tampoco está peleado con la interacción entre este arte y otras distintas, lo que crea un dispositivo lleno de herramientas múltiples que pueden usarse o no según las necesidades de cada obra. El arte sonoro tiene muchisimas posibilidades expresivas, el problema, es que para disfrutarlo al máximo, se debe de contar con un equipo muy especializado que reproduzca fielmente los sonidos capturados. Me parece que uno de los conflictos más grandes del arte en medios digitales, es que muchas veces no se cuenta con el equipo adecuado para su exposición. Así, una pieza que combine video y sonido pero que en la sala de exposición los colores aparezcan pálidos, haya sombras y reflejos, que la imagen no tenga suficiente definición, o que sólo se cuente con una pequeña bocina y el sonido sea deficiente, hace que el alcance de la pieza quede muy restringido. Personalmente, me gusta mucho el Espacio de Experimentación Sonora del MUAC, porque aquí, el sonido invade todo el espacio que te rodea para hacerte olvidar todo por un momento y entrar en esa especie de dimensión paralela donde cierras los ojos y te dejas llevar sólo por lo que sientan tus oídos. Ésta experiencia me resulta muy singular, y talvez por eso me parece tan poderosa, ya que pocas veces percibimos algo sólo con el sentido del oído.