lunes, 25 de agosto de 2014

Teoría: Hume

Hume tiene una teoría totalmente empírica, que maneja la experiencia como eje del conocimiento. Para generar esta experiencia, que surge de analizar los hechos, la persona tiene que llevar a cabo varios estados de conciencia: los sensibles (que llegan al humano por el mundo exterior), y los reflexivos (que son sensaciones interiores, por ejemplo estados de ánimo). De estas sensaciones externas e internas derivan las ideas, que concuerdan siempre con nuestras impresiones. Es por esto, que para Hume no existe un juicio totalmente verdadero,y rechaza la certeza irrefutable. Hume dice que los criterios son necesarios, y está de acurdo con el método, la argumentación, y la racionalidad, pero piensa que estos criterios dependen del crítico, de su conocimiento y perspicacia. En este punto su pensamiento es contrario al de Kant, que asegura la certeza de los juicios. Hume piensa que el gusto no tiene que ver con la veracidad o falsedad, sino que solamente es un producto de las emociones que tal o cual objeto puede causarnos. El gusto, para este autor, es una capacidad cognoscente del crítico y está sujeta a cambios, incluso a barbarismos, por lo que el gusto en si, depende del cristal con que se mira. En otro punto, el autor pone enfásis en la originalidad que debe tener una obra de Arte bella, ya que para él no sólo es necesario el producto de la forma, sino también el genio creativo del autor, y si éste ha representado correctamente la realidad. El Arte está totalmente ligado a la belleza, pero el gusto, está ligado más bien al placer que le produce a cada individuo admirar tal o cual objeto, sin ser necesariamente bello.

lunes, 18 de agosto de 2014

Teoría: Indagación filosófica sobre el origen de nuestras ideas acerca de lo sublime y lo bello.

En este texto, Burke pretende distinguir lo bello de lo que es sublime. Lo bello, para Burke, puede ser un ocaso, o un bello paisaje desértico, pero lo sublime va mucho más allá. Lo bello es asociado al placer, en cambio, lo sublime se asocia al dolor. El autor entiende a lo sublime como la emoción más poderosa que el humano puede sentir, siendo ésta sumamente complicada y difícil de explicar, ya que roza con los límites del terror, el miedo y la locura. Lo sublime es algo totalmente irracional, que toca nuestras fibras emocionales y nos hace sentir ese cierto placer por aquello que nos acongoja, por ejemplo: la muerte y la melancolía. Al ser esta sensación tan fuerte, el alma queda embargada por el terror de lo sublime, lo sublime ocasiona a la mente llenarse tanto del objeto en cuestión, que le es imposible dejar entrar otro objeto a su mente. La sensación primaria, que hace desencadenar a lo sublime, según Burke, es el asombro, ya que es un estado del alma en el que todos sus movimientos se suspenden paralizados por el terror del que hablaba anteriormente. Con su estudio sobre lo sublime, el autor le da a la experiencia estética una nueva posibilidad, ya que se sabe entonces, que el placer estético no viene sólo de la belleza y las emociones positivas, sino que viene también de aquellas emociones que nos perturban y nos causan inestabilidad, y no sólo proviene de éstas, sino que causa una reacción más profunda en el alma del espectador que aquellas experiencias que nos producen las cuestiones positivas y simplemente bellas. Haciendo un ejemplo de lo que Burke plantea:
Un paisaje es algo bello.
En cambio, una obra de Arte que refleje sensaciones fuertes y contrariadas, es algo sublime. (Estudio del papa Inocencio X de Velázquez, Francis Bacon.)